16 may 2010

Que la manía os acompañe

Septiembre de 2004. Perdidos llega a nuestras pantallas. Primeras impresiones de una serie que actualmente es una de las mejores de la televisión. Primeros personajes, escenarios, diálogos… y sucede; esperas que pase rápido la semana y que llegue tu momento Lost; sentando en el sofá te desesperas por esa nueva incógnita que ha aparecido y que no logras entender, “¡cualquier día les estalla la cabeza”!, piensas, pero acudes a Bharma, a beberte unas cervezas y a charlar con gente que acabas de conocer sobre lo que le ha sucedido a Linus, el búho andante, el personaje por el que más odio y compasión se pueda sentir. ¿Quién no ha querido atravesar la pantalla y pegarle un guantazo en algún capítulo? ¿Quién no ha sentido pena cuando aparecía con la cara morada y la camisa rasgada? …Puede ser que tú no seas de esos, que para ti, Ben sea un personaje más, y que sientas predilección por otros como Sawyer, o Kate, o cualquiera de los que desaparecieron en temporadas anteriores pero que gracias a esos maravillosos flashbacks y flashforward los has vuelto a ver de nuevo. Como Jacob, el líder de la isla, el bien, la persona de la que se llevaba hablando dos temporadas y que aún no había aparecido; todo giraba en torno a él “¿Por qué haces esto, Ben? Porque me lo ha ordenado Jacob”. Ahora, incluso después de haber sido apuñalado, sigue teniendo importancia, más que cuando estaba vivo. Es por eso que la desesperación te invade. Llegas al curro y le preguntas al de al lado qué le pareció el capítulo “¡Pero si yo dejé de verla en la tercera temporada!”, te responde. Entonces accedes al Facebook y en el foro te desahogas con mucha gente que está como tú, o que se lo sabe todo y responde tus dudas. Te das cuenta de la revolución de la serie. Ahora eres consciente del fenómeno de masas en el que se ha convertido. Miles de páginas en Internet; una Wikipedia particular, la magnífica Lostpedia; una exposición sobre sus artículos más famosos en la Fnac, artículos que subastaron para verdaderos fans, y bueno, podéis pensar que eso es demasiado… que habría que estar muy loco para comprarse algo así, ¿no? Pues no os negaré que no me importaría tener las gafas de Sawyer, o el cómic de Walt. O en su defecto, el Kit de Orientación Dharma, todo un producto para verdaderos fans. Una edición especial que salió al mercado cuando se estrenó en DVD la quinta temporada. ¿Recuerdas esa cinta de VHS que estaba en el búnker? Se encuentra en el pack, al igual que un mapa de la isla, y contenido extra como escenas eliminadas o tomas falsas. Y cómo éste, muchos “souvenirs”: chapas con el logo de Dharma, pósters, un cómic particular (el genial Pardillos)...
Podría decir que es una de las mejores series que ha dado la televisión.
Las ganas de abrazar a alguien por la calle cuando ves que lleva una camiseta de Lost; la necesidad de sentarte en el sofá a ver un nuevo capítulo, armado con tu enciclopedia para resolver cualquier duda, la incertidumbre de saber que pasará en el próximo capítulo…Y ahora que la serie está a punto de terminar, me pregunto si debo alegrarme porque no tendré que comerme más la cabeza cada domingo por la noche, o si, por el contrario, debo odiar a los guionistas por no haberla alargado más, ya que, aunque sus incógnitas, y sus misterios a veces me desesperasen, sus personajes y tramas me apasionaban, y no era capaz de despegarme del sofá ni de dejar de visitar sus webs ¿Qué serie ha conseguido eso, estimados lectores? Probablemente, ninguna…

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